Tristana, como su nombre indica es una muchacha triste, triste Ana, apesadumbrada por la reciente muerte de su madre, y huérfana de padre desde muy niña.
Don Lope, amigo de su madre (la trama no nos muestra muy específicamente el tipo de relación que mantenía con la madre) se hace cargo de ella en su desvalimiento, debido tanto a su juventud, tiene unos 19 años y su orfandad.
Sin embargo las intenciones de Don Lope no son tan buenas como pareciera a simple vista. Bajo su apariencia de hombre respetable y recto esconde otras facetas más oscuras.
Si analizamos con detenimiento las tramas de los films frecuentemente podemos ver proyectadas (de manera más o menos inconsciente por el autor) una común estructura psicológica, modo de relación y vivencias, que se recrean a través de los distintos personajes, que en gran parte se complementan o reflejan distintos rasgos o facetas de un estilo afectivo común y de personalidad.
Lost in translation es una película que refleja muy bien algunas vivencias de nuestra sociedad en un mundo cada vez más globalizado e impersonal, que dificulta las relaciones y el establecimiento de una identidad estable ante los continuos cambios que impone el ritmo de vida actual. Así nuestros protagonistas Bob y Charlotte se encuentran solos y perdidos en este viaje en el contexto de una ciudad postmodernista por excelencia como es Tokio.
Habitualmente se entiende o es definido como el sentido de excesiva autoimportancia que tiene una persona de sí.
Más comúnmente se relaciona este concepto con el de “autoestima”, es decir la valoración o estimación que cada cual hace de sí mismo, entendiéndose que en las personas que habitualmente son definidas como “narcisistas” la autoestima está inflada.
En este trabajo proponemos una aproximación al film “Persona” de I. Bergman desde una mirada psicoanalítica aplicada a las relaciones humanas de sus protagonistas, que profundiza y explica los laberintos relacionales de los diferentes personajes.
Soy partidaria de un modelo holístico e integral que tenga en cuenta los distintos modelos terapeúticos y teorías psicológicas que se han creado hasta ahora para entender al ser humano y aliviar su sufrimiento.
En concreto practico un modelo de orientación dinámica, porque entiendo que para conseguir el cambio profundo que se requiere en una gran parte de los casos es necesario movilizar la personalidad desde sus raíces y esto sólo es posible a través de las herramientas que ofrece la psicología profunda.