En los últimos años la ansiedad y el estrés se han convertido en el mal de nuestro siglo, según las estadísticas al menos el 20 % de la población la sufre, 1 de cada 5 españoles toma pastillas para dormir y el Trankimazin se ha convertido en el medicamento de moda.
Lost in translation es una película que refleja muy bien algunas vivencias de nuestra sociedad en un mundo cada vez más globalizado e impersonal, que dificulta las relaciones y el establecimiento de una identidad estable ante los continuos cambios que impone el ritmo de vida actual. Así nuestros protagonistas Bob y Charlotte se encuentran solos y perdidos en este viaje en el contexto de una ciudad postmodernista por excelencia como es Tokio.